La duración de la crisis más allá de lo esperado está resultando una lenta agonía para una parte considerable del tejido productivo. Es inevitable que una partida como la innovación, que supone per se una apuesta de futuro, se vea resentida. Sin embargo, la inversión española en I+D+i está aguantando el tipo en sus modestas posiciones.
Los últimos datos conocidos, referentes a 2010 y publicados por el INE en noviembre de 2011, apuntan al menos a un estancamiento. Las empresas ya comprometidas con la innovación luchan por mantener una partida que saben que puede ser decisiva para el futuro de sus negocios.
Destaca aún más el caso de Andalucía, que incrementó su gasto en I+D un 9,4% frente al aumento de apenas el 0,1% a nivel nacional. Así, se situó como la segunda comunidad que más elevó su gasto en 2010 y se consolida como la tercera por inversión en términos absolutos, con 1.726,7 millones de euros. Además, acortó su diferencial respecto a la media nacional en intensidad en I+D, alcanzando el 1,2%.
Este comportamiento respondió principalmente al impulso privado, ya que el gasto empresarial en I+D creció un 23,5% en Andalucía, frente al retroceso del año anterior y también en contraste con una caída a nivel nacional. Los programas especiales financiados con el Fondo Tecnológico de la Unión Europea y la inercia del fuerte impulso al sistema de innovación acometido por el Gobierno andaluz desde 2004 pueden enumerarse entre las causas de este singular comportamiento.
No obstante, la aportación pública al gasto total en I+D de Andalucía todavía supone un 64%, por lo que el sector privado aún tiene que mantener el pie en el acelerador para alcanzar los objetivos europeos que marcan el reparto justo al contrario, es decir, que un tercio del gasto en I+D sea público y dos tercios privados.
En el panorama exterior, el cuadro de indicadores de la UE sobre inversión en I+D industrial, elaborado por la Comisión Europea, indica que la inversión de las principales empresas de la UE experimentó una notable recuperación en 2010, al aumentar un 6,1% frente a la disminución del 2,6% en 2009. No obstante, los datos correspondientes a las 1.400 primeras compañías del mundo indican que las empresas de la UE en su conjunto se quedan atrás respecto a sus principales competidoras de los Estados Unidos y algunas economías asiáticas en crecimiento de la I+D.
En intensidad en I+D (peso del gasto en I+D sobre el PIB), España, con un 1,35%, todavía tiene mucho por hacer para alcanzar la media de la UE de los 27 del 1,91%, y se sitúa a gran distancia de los países más avanzados en este sentido, como Suecia (3,43%) o Finlandia (3,87%).
En el contexto nacional, como indica el Informe Cotec, es significativo el impulso a la innovación a través de la aprobación de la Ley de Economía Sostenible y el hecho de que una nueva ley ya incluya la innovación en su título, reconociendo la diferencia sustancial entre la intervención pública que requiere el fomento de la investigación y la creación de condiciones favorables a la innovación. También es remarcable la pérdida de protagonismo de la I+D+i con la desaparición del Ministerio de Innovación y Ciencia tras el cambio de Gobierno en noviembre. El nuevo Gobierno ha incluido las competencias de Innovación en el Ministerio de Economía y Competitividad. La nueva secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, máxima responsable del ramo, asegura que buscará el consenso en su gestión y que se intentará minimizar cualquier deficiencia presupuestaria para garantizar que la I+D+i continúe avanzando.
La percepción pesimista del panel de expertos del Informe Cotec 2011 se perpetúa en la tendencia bajista que se inició en 2007, no obstante se percibe una menor caída de la valoración, lo que, según Cotec, permite esperar un punto de inflexión cercano hacia una nueva valoración positiva del sistema. El principal problema al que apuntan los expertos de Cotec es que la demanda nacional no actúa suficientemente como elemento tractor de la innovación, aunque también consideran muy importante la falta de cultura en los mercados financieros españoles para la financiación de la innovación, un problema que siempre ha estado presente y que se ve agudizado por la crisis. Asimismo, en menor escala, se destacan otras dificultades, como la falta de cultura de colaboración entre empresas o la escasa dedicación de recursos financieros y humanos para la innovación en las empresas.
En cuanto a la protección de los resultados de investigación, según la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), Andalucía solicitó 476 patentes en 2011, lo que supuso un alza del 4,8% respecto al año anterior y retomó la senda del crecimiento tras el estancamiento de 2010. Aún así, aun se encuentra lejos del veloz ritmo de avance de 2007 (+20,3%) o 2008 (+7,46%). Además, el avance de las patentes andaluzas el año pasado contrasta con las solicitudes nacionales, que cayeron un 5,3%, hasta las 3.352. De esta forma, la comunidad elevó su participación en el volumen total de solicitudes españolas de patentes hasta el 14,2%, su máximo histórico. Andalucía también incrementó las solicitudes de modelos de utilidad, con un 6% más.
La Universidad pública española no queda ajena al contexto económico y debe enfrentarse, como indica el Informe CYD, a una situación inédita: gestionar una reducción de las transferencias procedentes de la Administración pública y un aplazamiento de los planes de inversión previamente convenidos. El citado informe señala que la crisis se está manifestando en las actividades de investigación y transferencia, con un impacto claramente negativo en el gasto de I+D total y una reducción de la financiación privada de la I+D universitaria. El Barómetro de la Fundación CYD revela que la valoración de la relación de la Universidad con la economía y la sociedad por parte del panel de expertos se deteriora por culpa de la crisis.
Frente a estos cambios del entorno, las universidades están reaccionando en busca de una mayor especialización y excelencia a través de iniciativas como los campus de excelencia.
Las universidades ejecutaron en 2010 el 28% del gasto español en I+D, con más de 4.100 millones de euros. En España, 154 centros de enseñanza superior realizaron actividades de I+D en 2009 y el personal dedicado a ellas se situó en 168.111, de las que más del 91% pertenecen a centros públicos. Por su parte, las universidades andaluzas ejecutaron 723,4 millones de euros, lo que representa el 17,5% del total del gasto universitario en Investigación y Desarrollo.
Según el Informe RedOTRI Universidades 2010, la actividad investigadora de las universidades españolas representa un peso relativo del 31,7% del conjunto de la actividad universitaria medido en términos de ejecución presupuestaria. Dicho informe apunta que hay un claro retroceso en la contratación y colaboración de I+D+i, derivado sin duda de la aguda crisis económica que sufre el país. Sin embargo, mejoran los datos en materia de protección de conocimiento y de formalización de licencias que, junto con la creación de spin off, ofrecen una evolución positiva.
El Informe RedOTRI afirma que la visión de conjunto de la transferencia de conocimiento de las universidades españolas pone de manifiesto que, frente a lo que ocurre en otros países en los que la transferencia se realiza primordialmente a través de licencias de tecnología propietaria de las universidades, el sistema de transferencia español sigue muy basculado hacia la generación de interacción con las empresas para valorizar las capacidades en I+D. Se está avanzando hacia la valorización y transferencia de los resultados de investigación protegidos, pero los indicios de evolución que se detectan son muy limitados y el esfuerzo que es necesario hacer es todavía muy importante.
Gasto en I+D por Comunidad Autónoma |
Nº | ESPAÑA | 14.588,45 |
1 | Madrid | 3.854,76 |
2 | Cataluña | 3.227,21 |
3 | Andalucía | 1.766,26 |
4 | País Vasco | 1.305,63 |
5 | C. Valenciana | 1.080,68 |
6 | Castilla y León | 608,20 |
7 | Galicia | 531,60 |
8 | Aragón | 374,24 |
9 | Navarra | 365,71 |
10 | Murcia | 256,14 |
Las universidades españolas captaron 624 millones de euros en 2010 para actividades de I+D+i con empresas y otras entidades y movilizaron 615 patentes. La Universidad de Sevilla se sitúa entre las 5 universidades españolas con más solicitudes prioritarias de patentes en 2010. El volumen de contratos de licencia de patentes todavía es muy reducido, con 209 en 2010, pero creció un 15% respecto al año anterior. Los datos que recoge la encuesta elaborada por el Informe RedOTRI revelan que la práctica de creación de spin-off se está asentando, pero que todavía de maduración para superar ciertas incongruencias que todavía se detectan. En 2010, las universidades públicas españolas crearon 131 spin-off, un 11% más que el año anterior, y la Universidad de Sevilla se situó entre las cinco españolas que más crearon.
Corporación Tecnológica de Andalucía
C/Albert Einstein, s/n. Edificio INSUR, 4ª pta. PCT Cartuja, 41092 | Sevilla
Teléfono (+34) 954 46 13 52 - cta@corporaciontecnologica.com